La luz se volvía cada vez más intensa. La figura caminó más cerca de la entrada, bañada en una luz sagrada. Ella estaba vestida con un vestido blanco puro y simple. Llevaba un colgante de aspecto antiguo en su pecho. En su centro había una gema que emitía una luz cegadora. También exudaba una presencia solemne pero sofocante. Mientras salía, los dos hombres en la entrada yacían postrados en el suelo.
La mujer era el Águila Divina de Merrica. Llamaban al cultivador más poderoso de Huaxia el Dragón. El águila era el símbolo de Merrica, por eso llamaban Águila Divina al cultivador más poderoso en Merrica. También era conocida como la Santa Doncella de la Montaña Blanca, que era donde se reunían los brujos merricanos.
—¿El Dragón de Huaxia?
Se detuvo en la entrada. Su voz era baja, ronca y seductora.
—Sí, Señora Thea. El Dragón de Huaxia está en la Ciudad L y ha matado a muchos de nuestra gente. ¡Por favor, muestra tus poderes y extermina a él!