La atmósfera frente al santuario era algo extraña.
Una persona estaba apoyada en su coche fumando tranquilamente, mientras que una multitud de personas lo rodeaba con expresiones hostiles en sus rostros.
Un minuto pasó…
Dos minutos pasaron…
Nadie se movió. Todas las personas contuvieron la respiración, ansiosas por ver si esa persona dejaría de fingir después de tres minutos.
En una montaña no muy lejos, dos figuras estaban acostadas boca abajo en el suelo, sosteniendo binoculares y mirando en la dirección del santuario.
Ambos parecían emocionados.
El Maestro Taoista Qing Xu sonrió y dijo:
—¡Jaja! Compañero Cultivador Tang... no, quiero decir, Hermanito es un gran actor. Esos mocosos no tienen ni idea.
—¡Eso es increíble! ¡Parece yo en el pasado! —El Maestro Taoista Qing Xu dio una palmada en su muslo estrepitosamente.
El Maestro Taoista Qian Ji también sonreía de alegría.
—¡El Compañero Cultivador Tang es un actor talentoso de verdad!
Poco después, pasaron tres minutos.