Qué arrogante

—Um... Jefe de Cocina Ding, ¿has terminado? —preguntó el presentador suavemente.

—Casi terminado. ¡Solo tenemos que esperar! —dijo el Jefe de Cocina Ding con una sonrisa.

El presentador tenía una expresión extraña en su rostro.

¡Mira lo serio que está el Chef Thomas! Está constantemente removiendo la sartén, probándola de vez en cuando y ajustando el sabor con condimentos.

¿No es así como debería comportarse un jefe de cocina, tratando cada plato como una obra de arte?

¿Qué está haciendo ese niño? ¡Qué demonios! ¡Está navegando en su teléfono!

¡Qué amateur!>>

Los músculos faciales del presentador se contrajeron.

Un alboroto vino del público al ver esa escena. Muchas personas se cubrieron la cara y no pudieron soportar mirar.

—¡Esto es demasiado embarazoso!

Incluso el presidente de la Asociación Nacional de Cocina se enfadó. Sus ojos se abrieron de par en par, y las puntas de su bigote en manillar se alzaron.