—¡Malas noticias!
El General Bai dijo con gravedad después de que se atendiera la llamada.
—Las personas de la Agencia fueron atacadas. Apenas escaparon con vida. Tuvimos una intensa pelea en la frontera, y ellos hirieron a muchos de nuestros guardias fronterizos.
La expresión de Tang Hao cambió drásticamente.
Hace dos días, la Agencia envió personas a través de la frontera hacia Nanyang para matar a los chamanes involucrados en el contrabando.
El Gran Maestro Khunka no era el único chamán involucrado. Muchos otros chamanes Nanyang habían entrado en Huaxia como cómplices de la red de contrabando.
La Agencia envió a cinco personas. Pensaron que sería suficiente, pero no esperaban encontrarse con resistencia.
«¿Cómo se atreven a atacar a los huaxianos y cazarlos en la frontera?», pensó Tang Hao. «¡Eso fue un acto descarado!»
Los ojos de Tang Hao se entrecerraron y una sorprendente intención asesina estalló.
—¿Quién lo hizo? —respiró hondo y dijo fríamente.