—Hermano Howard, ¿qué sucede? —Jeremy se volvió curioso cuando notó que Clarence se quedó petrificado en cuanto entraron al hotel y no se movía.
—Johnson siguió la mirada de Clarence, y su expresión cambió un poco. —Maestro Howard, ¿no es esa tu esposa?
—¡Caramba! ¿Está en una cita con otro tipo? —Johnson entonces se dio cuenta de que había dicho algo inapropiado, se tapó rápidamente la boca con la mano y observó la reacción de Clarence.
La expresión en el rostro de Clarence era oscura y cenicienta.
—¿Qué? ¿Te están engañando, Hermano Howard? —preguntó insensiblemente Jeremy, de la manera más directa posible.
—Johnson replicó:
—¿De qué estás hablando? ¡Estás diciendo tonterías!
—¡Ehem, ehem! Supongo que malinterpreté. —Jeremy encogió el cuello, sin darse cuenta de que algo estaba mal. Según su lógica, Johnson nunca le hubiera gritado así si no hubiera malinterpretado gravemente algo.