Con todos mirando, Ginny, que acababa de estar muerta, resucitó.
Había resucitado en público.
¡Greyson y los otros doctores se sentían como si les hubieran abofeteado la cara! ¡Sus mejillas ardían!
¿La persona a la que habían declarado muerta ahora había resucitado?
¿Qué demonios estaba pasando?
Habían comprobado antes. Ginny ya había muerto. No respiraba, no tenía pulso y su corazón había dejado de latir.
—¿Cómo es que ella...
—¿Resucitó?
Jackson y Helena se quedaron rígidos en el lugar, incapaces de reaccionar.
—¡Papá, Mamá! ¿Qué siguen haciendo ahí parados?
—¡Ginny está despierta! —gritó Jeremy.
—¡Ginny!
Jackson y Helena volvieron instantáneamente en sí y corrieron hacia Ginny. Estaban emocionados, con lágrimas de alegría en sus ojos.
Esta sensación de gran alegría mezclada con gran tristeza solo podía sentirse si eras un padre que acababa de perder y luego recuperar la vida de tu hijo.
—¡Maestro Howard, gracias!