Apuestas de Piedra

—Sí. —Clarence asintió a Carrie.

—Carrie estaba a punto de cobrar el cheque, pero de repente Miranda rugió:

—No, me niego.

—¿Miranda? ¿Qué te sucede? —Armstrong miró a Miranda sorprendido.

—Miranda se sintió nauseabunda. —Papá, no podemos aceptar el dinero.

—¿Por qué? —Armstrong estaba un poco asustado.

—Los ojos de Miranda estaban llenos de decepción. —¡Es dinero que Cecilia le dio a Clarence!

—La última vez, Cecilia le dio a Clarence un Ferrari valorado en diez millones. Esta vez, es un cheque por diez millones.

—Clarence, ¿qué piensas que soy?

—Todavía no estamos divorciados, y ya estás aceptando dinero de otra mujer.

—¿Te gusta que alguien más te tenga como amante? —Miranda estaba convencida de que era el cheque de Cecilia.

—Clarence debió haber inventado eso de que alguna familia Wright se lo había dado. —Carrie miró a Clarence sorprendida.

—¿Amante?

—¿Qué está pasando aquí?