¡Pide disculpas a mi esposa!

—Mamá, ¿qué hacemos?

—Mamá, haz algo!

—¿Por qué no los pagamos simplemente?

—Solo son poco más de treinta millones. Eso es mejor que declararse en quiebra.

Belle y Melodía gritaron en pánico, sacudiendo el brazo de Peonía mientras sus ojos se volvían rojos.

Si la familia Murphy se declaraba en quiebra, sus villas, autos de lujo, abrigos elegantes y joyas desaparecerían.

Solían mostrar todo en Facebook. No había forma de saber cómo se burlarían sus amigos de ellos si ya no tuvieran dinero.

Penny se rindió en el acto y mantuvo una postura humilde. —Lisa, ¿no son treinta y seis millones demasiado?

Lisa sonrió levemente. —Cuarenta millones, entonces.

—¿Eh? ¿Cuarenta millones?

—¡Cincuenta millones!

—No.

—¡Sesenta millones!

—Está bien, está bien, está bien. ¡Sesenta millones, entonces! —Peonía casi se desmaya. Sesenta millones era una gran cantidad de dinero para la familia Murphy, pero no les haría declararse en quiebra.