Chadwick caminó hacia él y se agachó, el tubo de acero resonando al caer al suelo.
—De todas las personas con las que podrías meterte…
—¿Cómo te atreves a meterte conmigo?
—¡Abre bien los ojos en la próxima vida!
—Chicos, tírenlo del edificio y hagan que parezca que se ha suicidado —Chadwick miró a Clarence sin compasión.
Varios de sus secuaces se reunieron.
—Hermano Miller, ¿y qué hacemos con esa mujer?
Chadwick curvó sus labios.
—Tírenlos a ambos del edificio y dejen que mueran juntos.
—Sí.
Los secuaces asintieron y agarraron los brazos y piernas de Clarence.
Los ojos de Clarence estaban rojos.
Sabía que Miranda moriría con él si no se defendía en ese momento. Saltó y golpeó a Chadwick en el estómago.
—¡Ay! —gritó Chadwick mientras retrocedía una docena de pasos y hacía una gran voltereta.
—Hermano Miller —los secuaces se adelantaron rápidamente. Algunos ayudaron a Chadwick, mientras otros se lanzaron contra Clarence.