Siendo sostenida en los brazos de Vaan, Linetta sintió la familiar sensación de seguridad y felicidad. El calor del toque de Vaan calmó su corazón y la hizo sentir en paz.
El beso de reafirmación de Vaan le dio a Linetta la determinación que necesitaba para seguir adelante.
«Aprecia tu juventud mientras dure; desaparecerá más rápido de lo que piensas. Pero no temas cuando se vaya, porque una nueva aventura te espera», pensó Linetta expresivamente.
Aunque el tiempo que pasó con Vaan fue tan fugaz como su infancia, no podía quedar fijada en el pasado.
No importaba cuán querida fuera su memoria, sabía que no podía regresar a aquel tiempo y quedarse así, al igual que los niños no podían ser jóvenes para siempre; eventualmente crecerían.
No obstante, mientras estuviera viva, habría oportunidades de estar con Vaan independientemente de la situación.