*Creak*
La puerta de una mansión extravagante se abrió con un crujido. Un joven algo promedio entró en la mansión. Si no fuera por sus múltiples aretes, nada en él realmente destacaría. Un teléfono estaba presionado al lado de su cabeza, y una voz resonaba a través del altavoz.
—Sí, es raro —coincidió Marvin.
Se quitó la chaqueta y la lanzó al lado junto con sus zapatos. Su amigo hablaba rápidamente, la emoción casi emanando a través del altavoz del teléfono. Marvin tuvo que alejar el teléfono de su oído un poco para que sus tímpanos no estallaran.
—¡Pero esa actualización es una locura! Arregla tus cosas allí, ¡y entremos ya en Fuerte Señor!
Marvin sonrió.
—Estaremos jodidos si nos atrapan... ¡Pero mierda! Ahora me siento un poco tonto por haber sido expulsado de Fuerte Señor. Todo lo bueno está ahí.