Golpe Mundial (2)

Un destello de luz solar se asomaba por la puerta abierta. Con una gran pantalla emitiendo luz azul, el edificio tenuemente iluminado se volvió más brillante.

Inmóvil, Isaac miraba fijamente la pantalla. El soporte para el cuello era inexistente, y el dolor de cuello era casi inevitable.

—Dónde está... —Sebastián deambulaba por la arcade. Por alguna razón, los tenderos y trabajadores habían desaparecido. Solo podía apostar a dónde se habrían ido.

El restaurante al otro lado de la calle estaba lleno de actividad. Una gran fiesta estaba en curso, y muchos llevaban uniformes. Algunos tenían un logo de Golpe del Mundo en ellos.

Sebastián sacudió la cabeza ante su falta de profesionalismo. El edificio vacío también le dio a Sebastián más libertad para buscar a fondo. Revistió armarios, alacenas y estanterías hasta que finalmente encontró lo que buscaba.