Batalla Contra la Muerte Plateada (1)

El día siguiente.

Isaac regresó al juego y apareció en la habitación llena de manchas. Sus cejas se fruncieron mientras tenía que oler ese hedor repugnante. No estaba seguro de dónde venía el mal olor y tampoco quería averiguarlo.

Se puso su traje de camuflaje. Después de asegurarse de que estaban secos, salió de la habitación con la llave colgando en su mano.

Al regresar al primer piso, la mujer malhumorada ya lo estaba esperando. Devolvió la llave y salió de la posada destartalada.

Instantáneamente después de salir, hizo una mueca al ver el estado de las calles. Estaban llenas de barro con agua corriendo por las mismas. Isaac bajó la mirada, vio sus zapatos sumergidos en el barro, y se ensuciaron de nuevo.

No podía hacer nada excepto maldecir en voz baja. Luego, giró a la izquierda y comenzó a caminar por las calles llenas de barro, tratando de no mojar más su ropa.