La Batalla Final (3)

Tic… Tac… Tic… Tac…

Los ojos desenfocados de Luna continuaban observando cómo el minutero del reloj continuaba avanzando en sentido horario. Sus dedos jugueteaban con un bolígrafo de madera, y un libro abierto estaba sobre el escritorio.

Su casa estaba envuelta en oscuridad. Sus padres se habían acostado en sus camas, con los párpados fuertemente cerrados, y el sueño los envolvía.

El corto pasillo tenía una pequeña porción de luz llegando por debajo de la puerta de Luna. Su habitación estaba bañada en luz cálida, y la cama estaba cubierta con una manta.

«¿Por qué hablé con él de algo tan estúpido?» Cuando el bolígrafo cayó sobre el escritorio, cubrió su cara avergonzada con sus orejas teñidas de rojo.

«Debe pensar que soy rara… tal vez incluso pensó que insinué algo… sucio…»

Mientras sus mejillas se sonrojaban aún más, reveló su cara rosada y su profundo rubor, «Bueno… si él quiere, podría… decir que sí».

¡Ba-Dump! ¡Ba-Dump! ¡Ba-Dump!