—¡Date prisa! —gritó El Fantasma mientras la habitación temblaba a su alrededor. Un fuerte sonido de lucha llenaba el aire sobre ellos.
—¡Estoy haciendo lo mejor que puedo! —gritó Richard mientras arrojaba otro canister a su inventario y sacaba otro vacío. Inmediatamente lo sumergió en el agua y observó con labios temblorosos mientras se llenaba lentamente de agua.
El Fantasma apretó los dientes y miró el agua azulada, «No parece muy especial excepto que es muy clara... ¿Puede realmente devolverme a la vida?».
—¿¡Qué estás soñando despierto?! —gritó Richard mientras sacaba otro canister de su inventario y se lo lanzaba al Fantasma.
—¿? —El Fantasma lo atrapó y miró a Richard con el ceño fruncido.
—¿¡Qué estás esperando?! ¡Llena el canister!
—Oh. —El Fantasma flotó hacia la fuente y sumergió el canister en ella. Sin embargo, entonces algo espectacular sucedió. Después de que sus manos fueron bajo la superficie del agua, ¡empezaron a crecer carne!