—¡Este bastardo! —gritó el Señor Muertealma mientras destrozaba su oficina. Tiró la computadora y destruyó las estanterías con su bastón. Hace solo minutos, había recibido noticias del anuncio de Arturo, y las palabras no podían describir la ira que estaba sintiendo.
Sus hijos estaban parados en silencio en la oficina, con un ligero enojo en sus ojos.
El anuncio de Arturo arruinó su ventaja, y ahora tienen que luchar contra los monstruos que se esconden en las sombras. Entre los menos afortunados que no tenían tanta riqueza, había un buen número de aquellos que jugaban solo el juego Blanco En Línea.
Sin embargo, una cosa era cierta, eran monstruosamente fuertes, ¡y con la ayuda del Casco VR Mítico, se convertirían en oponentes verdaderamente formidables!
—Necesitamos acelerar esto… —El Señor golpeó el costado de su puño contra el escritorio y gritó—. ¡Apúrense y rompan las cadenas ya! Ustedes cinco ya tienen el Legado. ¿Qué está tomando tanto tiempo?