El Fantasma.

Crujido…

Isaac abrió lentamente la puerta y entró. El aire estaba bastante frío, pero era fresco, sin ni siquiera un rastro de polvo obstruyendo su nariz.

Sin embargo… Entonces ocurrió algo inesperado.

¡Bofetada!

¡Un puñetazo invisible aterrizó en la mejilla de Isaac!

«¿Eh?» Isaac miró a su derecha y su mejilla tenía la marca de un puño. Sin embargo, apenas lo sintió, como si alguien estuviera tratando de hacerle cosquillas.

«¿Alguien me golpeó?»

¡Bofetada!

Luego, otro golpe aterrizó en su pecho, pero Isaac se mantuvo firme con una expresión despreocupada.

«Detente.» Isaac agitó su mano. Sin embargo, su mano solo tocó aire y nada más.

—¡Jajaja, débil! —una voz arrogante resonó a lo largo de la tienda. Luego, un contorno de un fantasma apareció en el techo.

El Fantasma era un hombre musculoso con el pelo rapado y una cara de aspecto arrogante. Tenía un puente nasal largo con cejas afiladas.

El Fantasma levantó la barbilla como si estuviera por encima de todos los demás.