—He vuelto —dijo Isaac mientras abría la puerta de su edificio recién comprado. El aire era muy fresco, y el suelo, ventanas, etc., casi brillaban.
—¿Vamos a la Fuente de la Vida ahora? —apareció el Fantasma desde el techo con una mirada curiosa.
—Sí —dijo Isaac mientras recogía varios objetos de la mesa.
—¿D-de verdad? —el Fantasma parecía emocionado mientras flotaba en círculos en el techo.
—Sí. Pero hay una persona más que necesitamos llevar con nosotros —dijo Isaac después de terminar de empaquetar.
—¿Quién? —preguntó el Fantasma después de aterrizar en la planta baja.
—Lo verás —Isaac tomó un objeto verde parecido a una perla del inventario y dijo:
— Fuerte Señor, Tienda de Hierbas.
—¡Ah, espera por mí! —el Fantasma envolvió sus brazos transparentes alrededor del cuello de Isaac mientras ambos eran engullidos por una luz brillante.