En Snowstar.
Toc, toc.
Luna dio a la puerta de roble un ligero golpe con la muñeca y la golpeó dos veces. Estaba en la Residencia Whitelock, o para ser más específica; vino a ver a Isaac.
La luz de la luna brillaba sobre ella mientras la luna colgaba alta en el cielo.
Se estaba haciendo tarde; el reloj se acercaba a las 8 en punto. A pesar de que Luna dormía aquí con Isaac con bastante frecuencia, todavía había ocasiones en las que dormía en la comodidad de su propio hogar.
Tac, tac, tac.
Luna podía escuchar un par de pasos tranquilos provenientes de la dirección de la puerta, poco después esta se abrió con un chirrido, revelando a Isabella vestida con su atuendo habitual.
—Oh, hola, cariño. Isabella sonrió suavemente mientras extendía su mano y acariciaba el suave y sedoso cabello de Luna.