La Llegada de los Demonios.

En algún lugar de las Cuatro Estaciones, Tierra de Verano.

Las madres de mediana edad miraban cómo sus hijos jugaban en el patio de recreo. En medio de risas, creaban castillos de arena, se movían de un lado a otro en los columpios, y jugaban al escondite. Sin embargo, un niño de cabello negro estaba solo en la esquina del patio, dibujando en la arena.

Su madre discutía algo con su vecina, dejándolo solo en sus pensamientos. Sin embargo, entonces el niño de cabello negro miró hacia el cielo y entornó los ojos.

Hubo un destello en el espacio, y algo grande, tan grande como el planeta en el que vivían, apareció. ¡Era el Mundo de Blanco!

—¡Mamá! —gritó a su madre, quien agitó la mano y parecía ocupada mientras hablaba con la vecina. Tras su grito, el resto de los niños miraron al cielo y abrieron los ojos de asombro.

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