—Ya veo... —Isaac suspiró y formó un puño con su mano derecha. El viento sopló suavemente, señalando el final de su relación. Eran enemigos mortales, y solo uno se alejaría caminando.
—Tú... te das cuenta de lo que sucedería si los Demonios llegan a mi hogar... —Isaac la miró con una expresión ligeramente más fría y le dijo—. Ellos masacrarían, esclavizarían y harían todo tipo de cosas terribles a mi familia.
—¿Son tan importantes? —preguntó Bella, verdaderamente confundida—. ¿Es importante la familia? Honestamente, nunca tuve una, así que no lo sabría. ¿Son sus vidas más importantes que la tuya?
—Esa es la diferencia entre nosotros. —Isaac estiró su puño hacia el cielo y lentamente lo aflojó. Parecía que estaba tratando de sostener todo el cielo con su mano—. Vamos a terminar esto.
…
En Cuatro Estaciones, en la bulliciosa Snowstar.