—Hey, ¿por qué te detuviste?
Apareciendo detrás de Kevin, Emma entró en la sala de estar, y justo cuando estaba a punto de hablar, se detuvo a mitad de la frase y jadeó sorprendida. Siguiendo a Emma, Amanda entró en la habitación y, al igual que Emma, se quedó boquiabierta de asombro. Tres pares de ojos se concentraron en una sola persona. De pie en el centro de la habitación, sujetando a Jin por el cuello, se podía ver la figura de Ren.
—¡Jin!
Gritando, Emma sacó sus espadas cortas y circuló su maná, tras lo cual una fuerte tonalidad amarilla comenzó a emanar de su cuerpo.
—Aléjate de J...
Justo cuando Emma iba a lanzarse sobre Ren, Amanda puso su mano en su hombro y la detuvo.
—No...
—¿Q-qué...!?
Enfurecida, girándose, señalando hacia Ren, Emma fulminó con la mirada a Amanda y gritó:
—¡Vas a quedarte aquí y dejar que le haga eso a Jin! ¿Qué te pasa?
Negando con la cabeza, Amanda miró a Ren con una expresión complicada.