876 [2]

Abriendo una gran puerta de metal, había un guardia alto y musculoso. Vestido con un uniforme gris, el guardia se paró junto a mí.

—Sujeto de prueba 876, este es el lugar donde te quedarás.

Agarrándome por el hombro, el guardia me empujó dentro de una pequeña habitación de 20x20.

—...khh

Cayendo de cara al suelo, un sonido sordo escapó de mis labios. Mi mente era un desastre en ese momento. Apenas podía formular pensamientos. Después de cada par de pensamientos, olvidaba todo lo que estaba pensando. Múltiples ilusiones diferentes pasaban ante mis ojos. No importaba cuántas veces parpadeara o cerrara los ojos, las ilusiones nunca se detenían. Era interminable. Esto es lo que hacía el suero. Alimentaba al cerebro con diferentes tipos de ilusiones y visiones, y en el proceso, dañaba lentamente las neuronas del cerebro.

—Recibirás comida dos veces al día junto con tu inyección. En una semana, si no estás muerto, el profesor te llamará.