—¿Así que estás diciendo que la derrotaste y que al hacerlo la convenciste de firmar un contrato de maná contigo? —La clara voz de Douglas resonó por toda la habitación.
—Eso es correcto. —Respondí con un asentimiento.
Ya que el secreto había salido a la luz, fui sincero acerca de Angélica. Le conté a Douglas y a Waylan todo lo que había sucedido entre Angélica y yo, desde cómo la derroté hasta cómo la hice firmar un contrato de maná conmigo y cómo llegamos a la relación laboral actual. Por supuesto, alteré algunos de los detalles de la historia. Después de todo, no podría simplemente decirle que la derroté usando el libro rojo. Lo único que le dije fue que Angélica estaba gravemente herida antes de pelear conmigo, y así fue como pude derrotarla.
—...Ya veo. —Acariciando su barba, Douglas miró a Waylan, quien le devolvió la mirada—. ¿Tienes una copia del contrato de maná contigo? —Waylan preguntó desde un lado.
—Sí, la tengo.
—¿Puedes mostrárnosla?