—¡Un ataque sorpresa! —Los dos guardaespaldas tenían una capacidad auditiva sorprendente. Se dieron la vuelta y respiraron con asombro.
Detrás de ellos, a unos 100 metros de distancia, un joven vestido con una túnica roja había aparecido extrañamente, aunque había estado allí durante bastante tiempo. Llevaba una corona de jade sobre su cabello negro y era tan guapo como un hada. Se paró orgullosamente sobre los árboles viejos, mirando a los dos guardaespaldas.
Sus ojos fríos, vastos y estrellados, que parecían brillar para siempre como las estrellas en el cielo, estaban llenos de intención asesina. Sus manos sostenían un arco escarlata.
En inminente peligro, el cazador a la izquierda sacó un cuchillo de su cintura y usó su hoja para bloquear la flecha.
—¡Es Su Yu! —Las caras de los dos cazadores palidecieron de miedo. Se miraron el uno al otro y flanquearon a Su Yu por ambos lados al mismo tiempo.