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—¡Rápido, corre! —gritó Su Yu a Long Xiaoyue mientras corría desesperadamente hacia la base del acantilado. Ya se habían preparado dos cuerdas hechas de enredaderas.
Subiendo por las cuerdas, uno podía alcanzar la cima del valle y escapar. Una de las cuerdas había sido originalmente preparada para Xia Jingyu, pero ahora podría usarse para salvar la vida de Long Xiaoyue.
Long Xiaoyue estaba inmensamente feliz mientras agarraba una cuerda. Utilizando su técnica de cultivo de cuerpo ligero, escaló rápidamente los muros de piedra.
El shock que contenía dentro de su corazón no podía ser descrito.
¡No solo había preparado Su Yu una trampa triple y consecutiva, sino que incluso había preparado un medio de escape!
¡El meticuloso pensamiento de Su Yu y su habilidad para mantener la calma eran increíbles!
Su Yu escalaba rápidamente la enredadera—él no estaba tranquilo.
Esa lluvia tóxica era la sangre del Nueve Mortíferos Diablos del Veneno.