Fortaleza Inigualable

Xia Jingyu sintió un pecho familiar presionado contra su mejilla, y sus oídos escucharon una voz familiar. Su cuerpo tembló ligeramente al abrir los ojos, viendo una cara conocida.

—Su... Yu… —Xia Jingyu no podía creer lo que veía, estaba en shock. Se preguntaba frenéticamente si él era una alucinación, conjurada por la pérdida de sangre.

—¡Su Yu estaba vivo!

—Jingyu, lo siento por llegar tarde —un suspiro suave y sombrío devolvió a Xia Jingyu a la realidad.

—¡Su Yu! —Un grito triste se escuchó en todo el Santuario.

Xia Jingyu derramó lágrimas de felicidad mientras extendía su pálido brazo, abrazando al hombre de túnica púrpura con fuerza.

Lo apretó tan fuerte que sus propios pulmones se aplastaron. Pero, se negó a aflojar su agarre, en cambio lo sostuvo más fuerte, temiendo que pudiera desaparecer.

En ese momento, Xia Jingyu olvidó el cielo y la tierra. Olvidó el espacio y el tiempo, sobre el escenario de la arena, y se olvidó de sí misma.