Todo lo que Mo Wu había conocido se había puesto patas arriba en un instante. ¿Quién habría adivinado que el pasado de su maestra contenía un secreto tan sucio? Y ahora, al escuchar que Lu Jun había puesto sus ojos en ella y quería disfrutar de ella, así como de la Maestra...
Mo Wu tembló de ira, viendo rojo. Ella apretó los dientes, casi triturando el esmalte en polvo al pensar en la maestra a quien ella respetaba sufriendo tal humillación.
Mo Wu recordó cómo la Maestra había rechazado la sugerencia de Lu Jun de llevarse a Mo Wu con ellos. Parecería que había sentido las verdaderas intenciones de Lu Jun. Así que, por eso se había ido con Lu Jun sin oponer resistencia, para reducir la posibilidad de conflicto y para evitar implicarlos.
La Maestra se había sacrificado para proteger a Mo Wu y a Su Yu.
—Tú... mereces la muerte —dijo Mo Wu.