El encuentro con Sir Feng Yue

—¡Entra en la arena! —llamó el árbitro.

Lin Aojue estaba debajo de la arena con los brazos cruzados. Elevó sus ojos rápidos y feroces ligeramente y miró hacia Su Yu, que estaba sobre la arena. Su mera acción de mirar a Su Yu hizo que la audiencia hirviera de emoción.

La aparición de Lin Aojue provocó que 100.000 miradas se unieran como una sola. ¡El genio número uno de la Ciudad Alianza!

Sin embargo, Lin Aojue bajó los ojos que había levantado y se quedó en su posición original sin moverse ni un ápice.

El árbitro frunció el ceño ligeramente. —Lin Aojue, por favor acate las reglas. Si no sube a la arena en el tiempo de tres respiraciones, se considerará como una admisión de derrota.

Sin embargo, Lin Aojue permaneció indiferente y abrió su boca diciendo duramente:

—Entonces admitiré la derrota.

De inmediato, todo el lugar estalló en un alboroto.

El árbitro no pudo evitar quedar atónito. —Lin Aojue, ¿está seguro de que no ha dicho nada incorrecto?