—Un momento después, un ataúd en forma de dragón fue colocado horizontalmente en la cámara secreta. Los grabados en el ataúd eran realistas y vívidos, llenos de un aura mística, ¡casi como si fuera un dragón real!
—El ataúd era de color amarillo pálido, con signos de antigüedad. Un aura que contenía las vicisitudes de la vida fluía lentamente a través de él. Había algunas áreas de desgaste, lo cual era sorprendente. Especialmente la cabeza del dragón; la mitad de ella había sido destruida.
—Ouyang Long agarró la cabeza del dragón, abriéndola con algo de fuerza. El ataúd en forma de dragón se abrió lentamente. Crujido
—Un gemido silencioso flotaba en el aire, casi como una ilusión auditiva. Una rica energía espiritual y un poder misterioso fluyeron desde dentro del ataúd. ¡Meramente tomando una respiración podría hacer que una persona se sintiera relajada y revitalizada!
—Era la primera vez que Ouyang Yuxin veía abrir el Ataúd del Dragón Gris. Involuntariamente exclamó: