Varios días después, a un millón de millas de la Isla de las Olas Azules.
Profundo bajo el océano, en un cañón submarino, había muchas cuevas grabadas en la pared de piedra. Estaba oscuro; jamás había recibido luz solar en el transcurso de 10,000 años. También estaba perpetuamente helado a estas profundidades. La multitud de agujeros completamente negros que marcaban las entradas de las cuevas eran como enormes bocas esperando devorar a aquellos que pasaban.
Su Yu estaba de pie en la cima del cañón, circulando su energía espiritual para proteger su cuerpo. Secretamente activó sus Ojos del Alma para explorar las cuevas.