De la oscuridad emergió una persona alta y erguida. Tenía un rostro feroz y una energía fantasmal giraba alrededor de todo su cuerpo. ¡Esta persona no era otra sino el Rey Fantasma!
Sin embargo, Su Yu no podía creer que tal coincidencia pudiera ocurrir, que se encontrara con él y descubriera su escondite por casualidad. ¡Era sabido que el Rey Fantasma había huido en otra dirección diferente!
Se puso algo tenso y nervioso mientras pensaba en esto... Si el Rey Fantasma podía encontrarlo fácilmente, ¿entonces no sería aún más sencillo para esa Marioneta de Plata?
El Rey Fantasma miró al lugar vacío donde solía estar su brazo derecho y habló serenamente:
—Con mi brazo en tus manos, no fue difícil para mí percibir tu posición.