Adiós Taixu

—¿Pabellón Divino Celestial Misterioso? Su Yu estaba sacudido hasta lo más profundo de su ser. La sensación de familiaridad se estaba volviendo más evidente.

—¡Realmente eres tú! —exclamó Su Yu mientras sus ojos se llenaban de frialdad y odio.

El sonido de la seda rasgada se pudo escuchar mientras el cuerpo del joven temblaba y parecía casi desaparecer. Poco después, apareció una pantalla de luz que se dividió desde adentro hacia afuera. ¡El joven apareció de repente, luciendo completamente diferente!

Estaba vestido con un atuendo elegante y radiaba un aura emocionante. Sus rasgos faciales eran impecables e incomparablemente hermosos. Además, sus ojos parecían poder penetrar cualquier objeto mundano. ¡Su Yu nunca podría olvidar un rostro tan familiar!

—¡Gu Taixu! —expresó Su Yu fríamente.