Lin Yi dejó a Cisco a un lado por el momento.
Lo que tenía que hacer a continuación era abordar el problema de la máquina de fotolitografía.
Era una herramienta indispensable para hacer chips.
Sin embargo, aparte de ASML, los productos hechos por otros fabricantes internacionales no cumplían con sus requisitos.
Es sólo que el camino hacia ASML estaba ahora bloqueado.
Lin Yi no tenía otra opción.
Solo podía desarrollar y fabricarla por medio de Longxin.
Es sólo que aún no había descubierto quién era el espía, lo cual era bastante molesto.
Lin Yi se estiró la espalda. Necesitaba hablar con Lu Ying y Sun Fuyu acerca de esto.
Con ese pensamiento en mente, Lin Yi llamó a Sun Fuyu.
—Señor Lin, ¿quería verme? —preguntó Sun Fuyu educadamente después de contestar el teléfono.
—Todavía no han almorzado, ¿verdad? Llama a Lu Ying, los invitaré a ambos a almorzar —dijo Lin Yi con una sonrisa.