—No te preocupes, Sr. Lin. Prometo que completaré la misión —dijo Liu Yin acercándose con una sonrisa en su rostro, listo para trabajar.
—¡Ciruela, corre! Lo siento —exclamó alguien.
—No, está bien. Hay mucha gente aquí, pero puedo manejarlo —respondió Ciruela.
Lin Yi, "..."
—¿De verdad sabes enfrentar las dificultades de frente? ¡Realmente eres un buen empleado! —pensó Lin Yi.
Zhang Yongqiang estaba atónito. —¿¡Qué es esa mirada de expectativa en tu cara!? —se preguntaba.
—Tu nombre es Liu Mei, ¿verdad? —preguntó Lin Yi.
—Eso... eso soy yo —respondió Liu Mei.
—Tuve que pasar muchos problemas para encontrar tantas personas para ti. ¿Estás satisfecha? —inquirió Lin Yi.
—Sí, lo estoy —aseguró Liu Mei.
—Entonces, ¿puedes pagar la cuenta y darme una calificación de cinco estrellas primero? Después de eso, me iré. No os impediré que os divirtáis aquí —solicitó Lin Yi.
—Está bien, está bien... —aceptó Liu Mei.