—Ah, no me regañes —dijo Sugar.
—Creo que lo hice bien. Al menos ganamos dos rondas.
—¿Eso es todo? —Lin Yi se quedó sin palabras—. ¿Cómo puedes decir eso?
—Vale, vale, cálmate —dijo Sugar con una sonrisa, temiendo que Lin Yi no la llevara más a los juegos.
—Juega tú solo, yo voy a clase.
—Sí, luego te traeré algo de comer.
Lin Yi fue al gimnasio después de dejar la oficina, pero esta vez se dirigió al segundo piso.
Estaba rodeado por un grupo de chicas cuando llegó a las escaleras.
—Profesor Lin, ¿está a cargo de otras clases además de 'planificación de carrera para estudiantes universitarios'? —una chica en pantalones ajustados preguntó.
—También estoy a cargo de clases de baloncesto y taekwondo.
—Profesor Lin, realmente eres algo. Hasta sabes de baloncesto y taekwondo.
—Profesor Lin, queremos cambiar de clase ahora. ¿Es demasiado tarde para aprender taekwondo y baloncesto?
—Eh... ya casi terminamos el semestre. No creo que puedas cambiar de clase.