¡Dando la Vuelta a la Tortilla!

Dong Dong Dong..

—Fu Yuqiang golpeó su mazo. —Acusado, por favor modere su lenguaje.

—Lo siento, es solo un eslogan —Lin Yi sonrió.

—No estoy seguro sobre los reglamentos que mencionó, y nunca los he leído. Pero sí sé que los fondos recibidos por la fundación deben hacerse públicos.

—Pero el dinero que le di a todos los orfanatos era propio, y la caridad que hago se basa en mi propia voluntad. Nunca he recaudado un solo centavo públicamente, entonces ¿por qué debería hacerlo público cuando estoy gastando mi propio dinero en caridad? ¿No están siendo algunos idiotas demasiado estrictos? Lo siento, estoy maldiciendo otra vez.

—¿Q-qué dijo? ¿El dinero que da al orfanato es todo suyo? —Estaban atónitos.

—¡Estaban atónitos! —Todos estaban atónitos mientras miraban a Lin Yi como si acabaran de oír algo increíble—. Así es, cada centavo donado era mío.

—Cada palabra que decía Lin Yi era tan pesada como mil catties.

—¡Nadie pensó que Lin Yi usaría su propio dinero para la caridad!