—Lin Yi no sabía qué decir.
—¡Realmente investigaste a fondo!
—Lin Yi no respondió al mensaje de He Yuanyuan, ni leyó la información sobre Shen Tianzhuo.
—Ya tenía la información, y dependía de él decidir cuándo actuar.
—Sin embargo, antes de que comenzara el plan, aún tenía que hacer algunas preparaciones.
—Ji Qingyan caminaba lentamente al lado, y notó que Lin Yi no había dicho nada. Había estado jugueteando con su teléfono, así que no lo molestó.
—Si no fuera por trabajo, no tendría esa expresión en su rostro.
—Los dos regresaron al hotel y ella vio que Lin Yi todavía no decía nada. Estaba frunciendo el ceño y ni siquiera la molestaba. Ji Qingyan no estaba acostumbrada a este comportamiento.
—¿Quieres ducharte? —dijo Lin Yi—. Si quieres ducharte, entraré más tarde.
—Está bien, puedes ir primero.
—Notando que Lin Yi estaba distraído por el trabajo, Ji Qingyan dejó de bromear con él —dijo—. Voy a buscar tu pijama.