¿Viniste con las manos vacías?

—Eso dependerá de mi estado de ánimo —murmuró Lin Yi.

Pasaron unos minutos y el teléfono seguía en silencio.

Lin Yi suponía que Ji Qingyan podría haberlo visto, pero no respondió.

Estaba mostrando plenamente su naturaleza orgullosa.

Lin Yi se frotó la barbilla. No parecía muy divertido enviar solo un ramo.

Miró la hora y se dio cuenta de que eran solo las ocho de la noche. La floristería debería seguir abierta en la ciudad que nunca duerme.

Si usaba su tiempo sabiamente, aún debería poder llegar.

Después de tomar una decisión, Lin Yi condujo a Wenshun Road en Zhonghai[1].

Esta era la calle principal de flores en Zhonghai. Aquí se podían encontrar floristerías de gama alta, media y baja.

Lin Yi encontró la floristería más grande en Wenshun Road y entró.

—¡Mira, qué hermano tan guapo! —exclamó una empleada al ver entrar a Lin Yi.

Sus ojos estaban llenos de estrellas.

—Si viene a comprar flores a estas horas, debería ser para su novia, ¿verdad? —comentó otra.