Así que ustedes chicos están aquí para verme

—¿¡Qué dijiste!? —Lin Hexiang casi saltó del susto. No podía imaginar cuánto poder tenía Lin Yi aquí.

—Eso es imposible. Tú eres solo un empleado de oficina, y llegaste a Metrópolis en el coche de mi hermana. ¿Cómo podrías conocer a tanta gente? —dijo Liu Changning.

—Realmente no conozco a estas personas, pero todos me conocen a mí —Lin Yi se frotó la nariz y sonrió.

—¿Ellos... Todos te conocen?

Todos los presentes, excepto Wang Ying, no podían entender por qué Lin Yi era tan poderoso. Eso era demasiado impresionante.

—Lulu, ¿de verdad tío es un empleado de oficina? —preguntó Du Yuxuan en voz baja—. Eso no es posible.

—Yo... tampoco lo sé —respondió Lulu.

—Está bien, dejen de husmear. La identidad de su Tío no es tan simple como piensan —dijo Wang Ying.

—¡Una identidad secreta! —Los ojos de las chicas estaban llenos de estrellas.