¡Hay algo mal con Lin Yi!

Lin Yi empujó la puerta y entró en la oficina de Miao Guofeng.

Un fuerte aroma a té se filtró desde adentro. Era la primera vez que Lin Yi estaba allí.

La oficina de Miao Guofeng era muy grande, casi el doble del tamaño del departamento de cardiología. La decoración también era bastante elegante y hecha al estilo de un antiguo edificio colonial.

Sin embargo, lo que sorprendió a Lin Yi fue que, además de Miao Guofeng, también estaba presente Duan Yongchun.

—Doctor Lin, estás aquí. Vamos, vamos, siéntate. Ya he preparado el té.

—Director Miao, solo soy un subdirector. Su comportamiento actual me hace sentir incómodo.

Hasta ese momento, Lin Yi aún estaba aturdido y no sabía qué había pasado.

Sin embargo, definitivamente había algo raro en esta situación. Había algo ocurriendo, y no era algo menor.

—No hay necesidad de sentirse incómodo. No es nada grave. Solo estamos charlando.

—Sí, sí, sí. Solo estamos charlando —coincidió Duan Yongchun con una sonrisa.