—Este es un asunto de tu familia. No tengo ninguna obligación de darte más dinero.
—Soy tu hermano menor. ¿Cómo no estás obligado? —dijo Liu Kai, cuya expresión cambió al hablar con confianza.
—Todavía no estoy casado. Cuando llegue el momento, tendrás que darme dinero para comprar una casa en Zhonghai.
—Durante todos estos años ya te he dado mucho dinero. Tú tienes tu vida y yo la mía. Ya no tenemos nada que ver el uno con el otro. No me pidas más dinero —dijo Li Chuhan—. Además, tú no me pediste dinero para comprar fertilizante. Seguro lo quieres para apostar. No me mientas.
—Ya no apuesto. En serio voy a comprar fertilizante. Dame rápido 5,000 yuan. Tengo prisa.
—Cuando regresé el año pasado ya te dije que la última suma sería los últimos 10,000 yuan. Además, firmaste un acuerdo conmigo. ¿Crees que es apropiado pedirme dinero en este momento?
—¿Entonces puedes soportar ver la tierra de casa secarse por completo? ¿Estarás satisfecho si Papá y yo nos morimos de hambre en casa?