No estoy bromeando. Ese es realmente mi tamaño —dijo Liang Ruoxu.
—Debes haber querido saberlo desde hace mucho tiempo.
—Me estás insultando.
—¿Me equivoco?
—¿Qué quieres decir con que debo haber querido saberlo desde hace mucho tiempo? —dijo Lin Yi.
—Desde la primera vez que te vi, ya pude darme cuenta.
—No te creo. Me visto de forma conservadora. Me sorprendería que pudieras notarlo.
—Cuando el ejército realiza una competencia de tiro, el francotirador automáticamente calcula el viento y la dirección, así que también puedo calcular tu tamaño basándome en la ropa que llevas puesta y cómo está siendo apretada —dijo Lin Yi.
—Si no me crees, te daré una serie de números y finalmente lo entenderás.
—¿Qué números?
—92, 59, 90…
Liang Ruoxu quedó sorprendida, y su expresión cambió a una poco natural.
¿Qué tipo de ojos tenía este tipo?
¿Incluso podía estimar cada una de sus medidas?