—Oye, oye, oye, ¿están aburridos ustedes dos? —dijo He Yuanyuan.
—¿Tienen dinero pero no saben dónde gastarlo?
—Yuanyuan, hay cosas que no entiendes —dijo Ji Qingyan.
—No es que no lo entienda. Solo que no tengo tanto dinero como ustedes.
—Deja de hablar tonterías y vuelve al trabajo —dijo Lin Yi.
—Qué inhumano. Realmente quieres que yo, un digno Director Financiero, sea mesera para ustedes. ¿Qué clase de familia es esta? Contratar a una mesera por cinco millones de yuan al año.
—No puedes decir eso. Estás aquí para trabajar a tiempo parcial. Según el precio de mercado, el salario por hora es de unos 12 yuan, pero te pagaré 15 yuan —dijo Ji Qingyan.
—Muchas gracias.
Por otro lado, Ji Qingyan estaba muy seria y rápidamente se metió en el personaje.
Incluso Lin Yi y He Yuanyuan tuvieron la ilusión de que no eran ricos, sino pobres.
Aparte de eso, también calculó el costo de hacer un plato de arroz frito con huevo.
Era de unos 86 yuan.