El mundo humano no es un refugio. Todos tienen sus propias dificultades

—¿Tú... dijiste que esto es un error basura?

Xu Wan estaba un poco desconcertada. En ese momento, su expresión tonta parecía un poco linda.

El error con el que estaba lidiando podría considerarse el mayor problema que había encontrado desde que empezó el negocio.

Después de lidiar con él durante dos días consecutivos, aún no tenía ni idea de cómo solucionarlo. Sentía que se estaba quedando calva de tanto pensarlo.

—¿Cómo era esto un error basura?

—¿No era él un chef? ¿Cómo podía entender todo esto?

Lin Yi sostenía su teléfono en una mano y charlaba con Sugar mientras su otra mano escribía sin parar en el portátil de Xu Wan.

—Esto no es como se hace el proceso OI. Hay algo mal en él —dijo Lin Yi—. Es como si alguien quisiera arroz frito con huevo y lo revuelves con maíz. Sería extraño si nada sale mal.

Los dedos esbeltos de Lin Yi tecleaban en el teclado a una velocidad inimaginable, como si estuviera tocando el piano.

Xu Wan estaba aturdida por la serie de nuevos códigos.