En cuanto se pronunciaron estas palabras, todos en la tienda quedaron atónitos por un momento. Sus miradas se posaron en Lin Yi, llenas de incredulidad.
—¿De verdad podía permitírselo?
—Señor, las gafas de sol y la gorra de béisbol suman 262,000.
Lin Yi sacó su tarjeta bancaria. —Usa mi tarjeta. La contraseña es 111111.
—Está bien, está bien…
Sosteniendo la tarjeta bancaria de Lin Yi en su mano, Chen Yao sentía como si estuviera sosteniendo una papa caliente.
—¿Qué tan rico eras para comprar algo que cuesta más de 200,000 yuan así como así?
Después de pasar la tarjeta, la forma en que todos en la tienda miraban a Lin Yi cambió.
Nadie esperaba que el hombre que había estado usando una máscara fuera en realidad un magnate enmascarado.
Zhonghai realmente era un lugar con dragones ocultos y tigres agazapados. Nadie podía ser subestimado.
Después de pasar la tarjeta, Chen Yao devolvió la tarjeta bancaria de Lin Yi y sugirió: