Dyon tomó una respiración profunda. Peligroso o no, esto era algo que tenía que hacer.
Esto no era sobre una pseudo competencia entre él y Alidor, o sobre Dyon buscando la respuesta al misterio de la Torre Epistérmica, o incluso sobre tener un avance en rango.
No. Alidor había planeado algo grande. Y, lo que fuera, tenía que ver con conquistar este portal. Algo que Dyon no podía permitir que sucediera.
No le importaba la triste historia de Alidor o incluso su propósito detrás de todo esto. Dyon había aprendido hace tiempo que el bien y el mal eran subjetivos y el mundo era una pintura de gris, no de negro y blanco. La simpatía no era algo que pudiera permitirse tener cuando este Alidor era el mismo hombre que había puesto en peligro a su prometida no una, sino dos veces.