Enemigos

Arios sonrió antes de volver la mirada hacia el resto de los generales demonio.

La verdad era que estaban muy acostumbrados a batallas que duraban meses enteros. Cosas como plataformas de teletransportación para descansar y frutas que suministraban energía les eran completamente ajenas.

No era que el sabio demoníaco no se preocupara por su bienestar, pero él era igual de duro consigo mismo. ¿Cómo uno podría quejarse como general cuando veías a tu comandante luchando tan duro como tú? ¿Especialmente cuando él asumía más sobre sí mismo que incluso ellos?

Había también algo que todos los generales demonio tenían pero que aún no habían aprovechado completamente.