Los ojos del Rey Aumen se contrajeron ante las palabras de Dyon. ¿Este Sabio Demonio? Nunca había oído hablar de tal persona. Pero, ¿cómo podía ser de este universo y no haber oído de la famosa Secta del Ciervo Celestial?
Dicho esto, Thadius había llamado a este muchacho el sucesor. Y luego Dyon había afirmado que él era el sucesor del sabio demonio. Lo que solo significaba una cosa… El Rey Aumen no estaba calificado para saber quién era este sabio demonio.
Brevemente pensó por un momento que tal vez este sabio demonio era débil. Pero, ¿cómo podría ser posible con el talento de Thadius? Una gran parte de él todavía creía que su hijo sería más que un rival para Dyon. Pero, sabía muy bien que su hijo ya estaba dentro del rango de edad de Thadius y aun así no tenía ni una sola oportunidad contra este Thadius.
Dyon sonrió. —No te preocupes tanto, Rey Aumen, tanto mi maestro como el hombre al que planeo suceder están muertos.