Los ojos blancos de la 25ª Madre Blanca amenazaban con desbordarse de lágrimas mientras miraba a su discípulo.
Todo lo que había hecho por Dyon fue darle poder, aprovechándose de él mientras estaba en su punto más bajo, antes de cargarle con responsabilidades sin fin. Y sin embargo, Dyon no se quejó ni un poco. De hecho, abrió su corazón con facilidad, queriendo agradecerle por su amabilidad, aunque ella sabía muy bien que no era una amabilidad en absoluto...
Dyon a menudo se había preguntado y especulado sobre por qué su maestra había sellado sus recuerdos... Poco sabía él que lo había hecho porque si conociera todo desde el principio... Tal vez no habría estado tan ansioso por ayudar...
—Me has hecho sentir tan orgullosa —dijo ella con voz suave. Sonaba exactamente como la primera vez que Dyon la había escuchado. Una voz que hacía incluso que la naturaleza quisiera cantar...